Durante cincuenta años, Ulises Cordero Brioles, especialista en telemática de la Unidad de Redes Inalámbricas de Etecsa en Villa Clara, ha sido el alma incansable detrás de la conectividad en la provincia. Ha dedicado su vida a garantizar que cada antena, cable y señal invisible permita unir a las personas. Su historia es la de un hombre cuya pasión por la telemática trascendió lo laboral para convertirse en el motor que guía su existencia. En sus propias palabras, rememora sus comienzos con una mezcla de orgullo y humildad:

“Yo comencé primero como pizarrista, y después estuve en un departamento que se llamaba Radio Móvil. Luego pasé a ser jefe de Planta Exterior aquí en Etecsa Villa Clara, y a los dos años y medio me trasladaron al Taller de Reparaciones (…) Nuestra técnica llega a lugares donde no se puede instalar postería, pues son tramos muy largos y sería muy costoso. Entonces, a través de la radio, logramos el enlace y que la gente tenga comunicación, beneficiando escuelas en el campo, comunidades muy intrincadas y otros lugares donde prácticamente no hay forma de llegar si no es así”.

La preparación constante ha sido una piedra angular en su carrera. Su dedicación se nutre de la actualización permanente. Para Ulises, cada avance tecnológico representa un desafío y, a la vez, una oportunidad para crecer y mejorar el servicio a la población.

“Hemos tenido que irnos actualizando y eso es algo positivo que ha promovido esta empresa, capacitando a trabajadores, especialistas y técnicos. Hemos participado en diferentes cursos en para perfeccionar nuestros conocimientos sobre las nuevas técnicas que van surgiendo”.

Para Ulises, su trabajo es fuente de una profunda alegría al ver el impacto real en la vida de las personas:

“(…) poder llevarles comunicación es un orgullo que uno lleva en el alma”.

En esta etapa de su vida, el cincuentenario se ha convertido en mentor de las nuevas generaciones. Para él, el relevo es sagrado, y se entrega con pasión a enseñar a los jóvenes que lo acompañan a los lugares más remotos. Con paciencia y orgullo, les muestra, les explica y los impulsa a dominar este oficio que es mucho más que un trabajo.

La historia de Ulises Cordero Brioles es un testimonio conmovedor donde la técnica se convierte en esperanza y la conexión en un puente humano que ha iluminado, durante cincuenta años, el corazón de la geografía villaclareña. No solo ha tejido con señales invisibles la conectividad de una provincia, sino que, con su ejemplo y entrega, ha cimentado el futuro de la telemática en Cuba, honrando día a día su vocación y compromiso con el pueblo y las telecomunicaciones.